Se acercan las fiestas de fin de año y la variante Ómicron, que pronto remplazará a la Delta, está en todas las mentes. Su rápida difusión implica que el virus pueda instalarse y volverse endémico, una nueva etapa en la epidemia.
La variante Ómicron sigue despertando muchas preguntas y preocupación, un mes después de su descubrimiento. El hecho de que se difunda más rápidamente que la Delta preocupa en la Unión Europea y hace pensar que estamos entrando en una nueva etapa de la epidemia.
“Virus pospandémico”
Según Christian Drosten, director del Instituto de Virología del Hospital Charité en Berlín, la Covid-19 no desaparecerá: “Ahora nos enfrentamos a un virus pospandémico, es un virus endémico, y en nuestros países viejos, con una inmunidad poblacional imperfecta, aún no estamos preparados para afrontarlo”, explica.
“No podemos permitir que las personas inmunológicamente ingenuas se infecten, ya que esto provocaría demasiadas muertes. Por eso necesitamos ganar tiempo para ampliar la vacunación. La primera prioridad debe ser vacunar a los no vacunados. La tercera dosis llega sólo después. Por sí sola, no nos permite entrar en esta fase sin daños”, recalca Drosten.
Según los primeros datos que se tienen, Ómicron no sería una forma más grave de la enfermedad. En Sudáfrica, su presencia no se tradujo en un aumento de las hospitalizaciones o decesos.
La Unión Europea al rescate
Los ministros de Salud de los países del G7 hicieron un llamado este 16 de diciembre a la cooperación para hacer frente a la variante Ómicron del coronavirus, que describieron como "la mayor amenaza para la salud pública mundial en la actualidad".
El tema ocupó gran parte de los debates de la cumbre de los Veintisiete celebrada en Bruselas este mismo jueves. Los europeos buscan salvar la armonización de las medidas nacionales y, sobre todo, pretenden finalmente cumplir sus promesas de vacunas en todo el mundo.
La Unión Europea seguirá exportando y compartiendo vacunas y suministros sanitarios, y aumentará su apoyo a los países más necesitados, especialmente en África. Esto suena a muchas declaraciones de intenciones que los europeos ya han hecho, pero lo cierto es que la llegada de Ómicron ha causado un shock.
700 millones de dosis
Por ello, se comprometen a entregar un total de 700 millones de dosis de vacunas a Covax, el mecanismo de solidaridad mundial, antes del verano. Habían prometido 250 millones de dosis este año y consiguieron recaudar un tercio más. Pero sólo se han entregado ya 135 millones de dosis. El resto está esperando en las fábricas.
Los europeos han superado los dos primeros obstáculos: la burocracia y su deseo de mantener las dosis para sus propios ciudadanos. Pero falta solucionar el problema de la insuficiencia de cámaras frigoríficas, la complejidad de la vacunación en zonas de conflicto, las dosis innecesarias en regiones donde prevalece la indecisión sobre las vacunas y el desafío logístico de llegar con millones de dosis a la vez.
Por: Vicenta Linares
Con el corresponsal de RFI en Bruselas, Pierre Benazet.
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