Según el conteo rápido del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), exclusivo para monitorear votos para diputados federales, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, conserva el control de la Cámara de diputados con los votos de sus aliados Partido Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Solidario; éste último obtuvo tan malos resultados que probablemente pierda el registro.
Según las tendencias Morena perdió 50 curules al pasar de 250 a 190 o 203. Para aprobar leyes, reglamentos y el presupuesto, el partido oficial necesita 251 diputados (mayoría simple) pero para modificar las leyes y la Constitución, necesita las tres cuartas partes de la Cámara de Diputados (334 escaños) y 65 senadores.
Los resultados finales de la llamada elección más grande de la historia de México por el número de cargos de representación popular, se conocerá en varios días cuando el Tribunal Electoral resuelva la lluvia de impugnaciones. Se votaron 20.000 cargos síndicos, presidentes municipales, regidores, 30 congresos locales, 500 diputados federales y 15 gobernadores de 32.
Según el conteo rápido inicial, Morena, gobernará 12 de las 15 alcaldías de la Ciudad de México. Sobre las 15 gubernaturas, todos los candidatos se declararon ganadores, pero el resultado final se tendrá en los próximos días. Por su parte la oposición compuesta por el Partido Acción Nacional (PAN) obtuvo entre el 18-19% de diputaciones, el Partido de la Revolución Institucional (PRI) entre el 17-18%; el Partido de la Revolución Democrática (PRD), 3,5-3,9%.
Los aliados de Morena son el Partido Verde Ecologista que obtuvo entre el 5-6%, y el Partido del Trabajo (PT), 3,1-3,5%. Estos resultados se irán modificando con el conteo de los votos.
La abstención no fue alta, a pesar de la pandemia y la violencia
Según el Instituto Federal Electoral (INE) participaron entre el 51,7 y el 52,5 % del padrón electoral formado por 93.5 de millones personas. México tiene 129 millones de habitantes.
La participación de más de la mitad del padrón en las elecciones intermedias de México es inusual. A pesar de la pandemia y del contexto de violencia, la gente fue a votar. Hubo actos de violencia aterradores, pero no afectaron las elecciones. Por ejemplo, en dos casillas electorales de Tijuana fueron arrojadas cabezas humanas, en otra, restos humanos. En Mexicali hubo ataques armados a los votantes; en Chihuahua trataron de secuestrar a un funcionario de casilla a quien no pudieron llevarse pero lo hirieron de bala. Hubo robo de boletas, vandalismo, y golpizas a funcionarios de casillas en el Estado de México y ataques armados en Oaxaca donde escrutadores y votantes terminaron pecho tierra.
No está claro si se trató de violencia política, del crimen organizado o de una mezcla de ambos. Al 5 de junio hubo 91 candidatos y precandidatos asesinados, menos que en las elecciones presidenciales del 2018 (152 asesinatos) lo cual no representa ningún consuelo pero sí un llamado a ponerle fin a la violencia política. Solo 30 casillas de las 162.570 no se pudieron instalar. ¿Cómo tener elecciones limpias, sobretodo de sangre? Nadie tiene la respuesta.
El ayuntamiento, un botín
El municipio, primer nivel de gobierno y hay una lucha entre cárteles por su control. México tiene 1.964.375 kilómetros cuadrados divididos en 2469 municipios.
Las elecciones municipales son centrales para los poderes fácticos legales y para el crimen organizado. Los politólogos (Aguayo, Rafael, Zepeda Paterson) coinciden en que el crimen organizado antes se conformaba con imponer a un presidente municipal y al jefe de la policía local, pero ahora van por todo: servicios públicos, contratos, obras pública y el control de las rutas por las que se exportan drogas a Estados Unidos y los traficantes llevan migrantes. “Cuando hay candidatos incómodos, se les amenaza, se les hostiga o se les mata, algo que antes solo se hacía con periodistas”, afirma el analista Jorge Zepeda Paterson y subraya que según “Article 19”, organización dedicada a la defensa de la libertad de expresión y los periodistas, más de la mitad de las agresiones a la prensa viene de los políticos.
Por: Marta Durán de Huerta
Vía: AFP
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