"Tener una relación con alguien tóxico invalida, empequeñece y destruye", advierte Silvia Congost, experta en relaciones y dependencia emocional, en "Personas tóxicas".
Son relaciones que, explica la psicóloga Silvia Congost en una entrevista con Efe, aparecen en cualquier ámbito de la vida: laboral, familiar, amistoso y pareja (el más frecuente) y que pueden acabar destruyendo por completo a quien las sufre tanto a nivel psicológico como físico y emocional.
La especialista en relaciones de pareja también subraya en "Personas tóxicas" (Zenith) que hay que distinguir entre quienes pueden ser tóxicos para una persona determinada pero no para otra -sin olvidar que "nosotros también lo podemos ser para alguien"-, de los que tienen un trastorno de personalidad por haber sufrido un daño en la infancia.
Este hecho les impide tener plena conciencia de cómo actúan, del daño que causan y de las consecuencias emocionales y psicológicas con las que tienen que lidiar los que están a su lado, alerta Congost, al subrayar que se trata de personas que nunca van a cambiar porque tienen un daño irreversible en el cerebro.
Trastornos de personalidad
La psicóloga distingue cuatro tipos de trastornos, entre los que figura el "antisocial". Son personas que, en su mayoría, proceden de familias disfuncionales y problemáticas, y sus conductas siempre sobrepasan los límites y les enfrentan con la justicia, por lo que suelen terminar en la cárcel.
Se refiere también a los "psicópatas", muy parecidos a los que sufren un trastorno narcisista, aunque tienen una incapacidad total de conectar con sus emociones y expresarlas.
Detalla que en la infancia, los psicópatas se muestran impasibles ante determinada situaciones, como el maltrato animal, y en la edad adulta "tratan mal a los demás e incluso pueden llegar a cometer un crimen sin sentir nada".
En el perfil de trastorno "límite de la personalidad" describe a personas bastantes dependientes, que tienen mucho miedo a quedarse solas, con unos altibajos muy marcados y que "montan grandes números de repente". Pero sí se dan cuenta de su problema y piden ayuda, detalla la psicóloga.
Muy diferente es la actitud de los "narcisistas", que, a diferencia de los psicópatas, sí pueden demostrar emociones.
"Si ven que les vas a dejar y no les interesa, pueden incluso llorar y decir que van a pedir ayuda. Los ves arrastrándose y te los crees otra vez, pero en realidad no conectan con tu dolor ni les importa hacerte daño porque están por encima y consideran que los demás son unos inútiles".
Víctimas de los narcisistas
Según la experta, hay un perfil de víctimas de los narcisistas que es bastante frecuente porque les parecen más manipulables. Se trata de personas bondadosas, dispuestas a cuidar, a complacer y a ayudar.
"No soportan ni quieren ver a alguien que les cuestione o les desmantele" sus opiniones. No establecerían una relación con ellas porque siempre buscan a alguien que se ponga un poco por debajo y les deje tener el control.
Tóxicos en familia
Si ese perfil de maltratador "es tu padre o tu madre, romper la relación no va a ser una opción", reconoce Congost, quien recomienda " optar por la compasión".
Apuesta por tratar de entender que esa persona no lo hace para dañar o tratar mal y por tener en cuenta "lo qué habrá vivido para tener ese carácter tan amargo y tan destructivo".
Asegura que "eso ayuda a que no nos duela tanto" y sugiere que sean los hijos los que asuman la responsabilidad de tomar distancia,"poner límites, recuperar el poder, cuidarse y protegerse", porque los padres con el trastorno no van a cambiar.
Más narcisistas entre los hombres
Con trastornos de la personalidad narcisista hay identificados más hombres que mujeres, mientras que el porcentaje es similar si se habla de generadores de relaciones tóxicas.
Pero son ellas las que más acuden a consulta a pesar de que cada vez hay más hombres.
Silvia Congost cree que se debe a que aún pesan los factores culturales y educacionales "aunque parezca un tópico; sigue pesando la cultura machista de la que venimos".
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