El pasado primero de octubre, en el centro médico de La Sabana, la política conservadora descendió de un consultorio ubicado en el tercer piso, ayudada por una cuerda que había arrojado minutos antes por la ventana.
Una vez logró su cometido, y ante la mirada de impresión de las personas que allí se encontraban, subió a una motocicleta que la estaba esperando y que, según investigaciones, podría haber sido conducida por uno de sus ex novios.
Y es que semanas previas a su fuga, específicamente el 13 de septiembre, se conoció que la Corte Suprema de Justicia la había condenado a 15 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante, en calidad de coautora y tenencia ilegal de armas.
Días después de su escape, Aída Victoria Merlano, hija de la excongresista, fue capturada, mientras el odontólogo Javier Guillermo Cely se entregó a las autoridades. Ambos eran investigados por su supuesta participación en los hechos.
No obstante, el pasado 8 de octubre, ambos fueron dejados en libertad, luego que un juez considerara que la gravedad de los delitos imputados no era suficiente para enviarlos a la cárcel.
Fuente: Red+