En un estudio realizado por la organización Ambiente y sociedad, el país se ubicó en el cuarto lugar de los países de la región que más reciben fondos para enfrentarnos a este grave problema ambiental. Tenemos retos para reportar el estado de nuestros gastos.
Colombia es el cuarto país de Latinoamérica que más recibe recursos para adaptarse al cambio climático. Esa es la conclusión de un análisis recientemente publicado por la organización Ambiente y Sociedad, que analizó el origen y las inversiones de los fondos para frenar el cambio climático en el país.
De acuerdo con el informe, publicado este abril, entre 2011 y 2015, Colombia solo fue superado en recepción de fondos por Brasil, México y Chile. Esto, dice la ong, puede explicarse que el país no solo es el segundo más biodiverso de la tierra, sino que es además uno de los más vulnerables al calentamiento global.
El inform encontró que en 2017, Colombia invirtió cerca 663 millones de dólares derivados de la cooperación internacional, de los cuales un 48% se encontraba alineado con la hoja de ruta para la paz, un 30% para el desarrollo rural y un 15% para la sostenibilidad y conservación ambiental. Estos recursos llegaron principalmente de Estados Unidos, la unión Europea y Emiratos Árabes.
“Los fondos de los que dispone Colombia tienen orígenes diversos, financiadores distintos y marcos jurídicos dispares”, señaló la organización sobre el informe. Esto obligaría al país a “un reordenamiento político y legal de nuestra sociedad ante la lucha climática”, concluyó el estudio.
De acuerdo con la investigación, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), el Fondo Especial para Países menos avanzados, el Fondo Especial para el Cambio climático, el Fondo Verde para el Clima y el Fondo de Adaptación fueron los principales donantes de dinero en el país.
Falta reportar nuestras cuentas
Tras analizar a fondo sobre los financiadores, las políticas en Colombia, y la forma como se ha organizado el sistema nacional sobre cambio climático, los investigadores llegaron a la conclusión que en el país hay una “ausencia de un mecanismo efectivo de reporte y monitoreo dedicado exclusivamente a las inversiones públicas y privadas en todos los niveles territoriales” sobre cambio climático.
Las consecuencias de este vacío, es que impide que comunidades y organismos de control verifiquen el buen uso de los recursos que entran al país para mitigar y adaptarnos al cambio climático.
Milena Bernal, cooridnadora del informe, señaló en un comunicado que si bien ya existe un sistema de medición, reporte y verificación (MRV) de financiamiento climático, todavía hace falta implementar mecanismos para “medir y monitorear la efectividad de las inversiones, así como aumentar la participación y administración directa de las comunidades en la ejecución de proyectos para enfrentar el cambio climático”.
*Con información de El Espectador